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-Eu, Yanny!-
No era una voz que el muchacho esperaba escuchar, a pesar de haber vuelto al pueblo hace ya un mes, y ello se tradujo en su reacción. Se dio vuelta enseguida a ver el joven musculoso caminando en su dirección, su Krookodile detrás de él. Como era de esperar con las primeras olas de frío, de nuevo no había nadie más en la calle. Todo su cuerpo se puso en alerta.
-Oh.- intentó disimular el miedo. -Hola K-kevin.-
-Che... escuché que te vieron hablando con Alan.- dijo una vez que lo alcanzó.
Antes de que pudiera seguir, un flash de luz dejó al Sylveon parado entre los tres; de las intensas sombras marcadas por el resplandor momentáneo se alzó un fogonazo oscuro que dio lugar a hilos que envolvieron sus extremidades.
El joven miró al pokemon, las ataduras y al muchacho por unos segundos. -Qué verga se supone que-- Ah. Ahá...- Lo señaló con un dedo, comprendiendo. -Cierto, la ultima vez que te vi...-
-Hiciste mierda mi cámara, casi me rompés la nariz de nuevo y dijiste que la próxima me ibas a “cagar matando” porque él estaba triste?- le recordó en tono de burla. -Seh, disculpame si no quiero que te acerques más.-
-Qué exagerado, por lo menos ahora aprendiste la tablita.- se rió con un guiño cómplice. -Ese bicho es hada, no como el escarbadientes de antes que casi te lo rompemos, seguro éste le pasa el trapo a Fido.- Señaló a su pokemon con el pulgar, que gruñó algo molesto ante el comentario. El muchacho no cambió su posición tensa, observándolo atento. -En fin, no te debés haber enterado de nada, calculo.- Se encogió de hombros. -Ya no me trato más con Alan.-
-Ya no...- repitió a medias, sin entender. -Esa joda es un poco demasiado, incluso para vos.-
-No es joda. Quería mucho al pibe y todo pero últimamente...- Silbó sorprendido. -Entendí por qué andabas cansado siempre! No me dejaba vivir, y desde que volviste no para de quejarse de que no le das bola. Antes no era taaaan necesitado.-
-Creo que lo malacostumbré a la atención.- Formó una media sonrisa nervioso, inseguro de la situación.
-Ves, me vos entendés-- Levantó su mano para chocar los cinco pero el muchacho se encogió instintivamente. Se quedaron los dos mirándose por un segundo, ambos algo avergonzados por sus propias acciones. Tanto presentes como pasadas.
El Sylveon se puso al lado del muchacho y refregó uno de sus listones contra su pierna, haciendo su mejor esfuerzo para que el momento incómodo pase. Hasta que los hilos de sombra comenzaron a desaparecer.
El joven se pasó su mano aún levantada por el cuello, disimulando. -Olvidate, lo terminé mandando a la mierda, no tengo tu paciencia de santo para ese histeriqueo suyo. Por cierto, lindo truquito, al fin aprendiste algo útil.- volvió a reír, estirando sus brazos para relajar la presión que habían ejercido las ataduras, lo que remarcó sus cicatrices de arañazos por debajo de los tatuajes. Una resaltaba entre ellas por ser diferente, más grande, cubría su clavícula. -Así que no debería haberte tratado tan para el orto, sobretodo para defenderlo o algo de eso que haya dicho.-
-S-supongo...- Ladeó la cabeza, todavía escéptico. -Pero... se conocían de toda la vida, eran como hermanos, por qué ahora...?-
-Todo tiene un límite, tenés experiencia con eso.- Sonrió confiado. -Si no puede superar a un pendejo mimado como vos después de tanto, no es alguien que “valga la pena", como él siempre dice.-
El muchacho se quedó en silencio ante el comentario. Podía distinguir algo más oscuro detrás de esa fachada, algo casi apenado. Ambos tosieron incómodos cuando el Krookodile lanzó un bufido para apurarlos.
-Dudo que necesites que te lo diga yo, pero con todo lo que hicimos por él...- El joven se puso mucho más serio de repente, su voz más grave, el cambio fue intimidante. -No te vuelvas a involucrar, no tiene arreglo. Serías mucho más pajero de lo que pensé si volvés con él.-
-Qué? Nonono, ni lo pensé.- dijo casi escandalizado. -Creeme, no tengo ni la más mínima intención. Fue justamente lo que le dije cuando me intentó hablar.-
-Ah perfecto, era eso nada más.- Le dio una palmada demasiado fuerte en la espalda antes de seguir su camino, volviendo a su actitud bromista. -Tengo que buscar a la nena, nos estamos viendo, Yanny.-
El cocodrilo también le dio un coletazo al Sylveon a la pasada, parecía ser con intenciones amistosas aunque casi lo derriba. Se quedaron mirando mientras el otro dúo se alejaba. El muchacho tardó en reaccionar. -La ne-... Ceci?-
-Eh?- lo miró divertido mientras se alejaba. -Nah, Chechu se piró apenas terminó la facu. Hablo de mi beba.- aclaró simplemente antes de dejar al muchacho aún más descolocado que antes.
