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El muchacho atendió el teléfono desde la línea junto a su cama cuando sonó a la mitad de la madrugada.
-Hola?- logró decir con la voz cargada de sueño, apenas podía abrir los ojos.
Hubo un silencio del otro lado. Una voz algo débil le respondió -...Yanny, sos vos?-
-Alan?- preguntó confundido de repente. -Son las--
-Las 4, ya sé, pero necesitaba escucharte.- Su respiración se oía algo entrecortada.
-Qué pasa?-
Otro silencio.
Podemos vernos? Te puedo pasar a buscar...-
-No. Primero, no vas a manejar en ese estado.- lo interrumpió, forzándose a pensar en claro a pesar del cansancio. -Segundo... Ya no somos amigos, ya no somos nada. No te debo esto.-
-Ya sé, ya sé, perdón. Soy una mierda por estar hichandote las pelotas tan tarde pero no sé qué más hacer, no aguanto más así. Siempre es lo mismo, nada más quiero que todo pare. Debería terminar lo que empecé la última vez y dejarme de joder, no?- le reprochó la voz en el teléfono.
Suspiró tratando de no dejar que lo afecte. -Sabés bien que no, pero yo tampoco voy a ser el que te lo siga recordando.- Sin embargo no pudo evitar que su mirada se dirigiera a la figura translúcida frente a la ventana.
-Por favor, ya no tengo a Kevin, no tengo a nadie, no me dejes sólo vos también.- dijo con un sollozo. -Sabés que te necesito, Yanny, aunque sea para hablar.-
El silencio se hizo eterno esta vez.
-Está bien.- respondió al fin, incorporándose en la cama. -Ahora me cambio y arranco para allá. Estás en la cabina de la esquina?-
-Dale, sí...- escuchó que se relajaba un poco. -No sé cómo hice tanto tiempo sin vos.-
El muchacho apretó los dientes. -No te preocupes por eso.- murmuró avergonzado antes de cortar.
El muchacho atendió el teléfono desde la línea junto a su cama cuando sonó a la mitad de la madrugada, antes de que despertara a alguien más. Solo había una persona que llamaba a esa hora.
-Alan?- logró decir con la voz cargada de sueño, apenas podía abrir los ojos.
Hubo un silencio del otro lado. Una voz algo débil le respondió -...Yanny, sos vos?-
-Pasó algo?- preguntó preocupado de repente. -Son las--
-Las 4, ya sé, nos vimos a hace un rato, pero necesitaba escucharte.- Su respiración se oía algo entrecortada.
-Estás bien?-
Otro silencio.
-Podemos vernos? Te puedo pasar a buscar...-
-No podés manejar en ese estado.- lo interrumpió, forzándose a pensar en claro a pesar del cansancio. -Alan... Es la tercera vez esta semana, no puedo seguir perdiendo clases, le prometí a Nadia ayudarla con una presentación... Y vos tampoco deberías faltar al laburo.-
-Ya sé, ya sé, perdón. Soy una mierda por estar hichandote las pelotas tan tarde pero no sé qué más hacer, no aguanto más así. Siempre es lo mismo, nada más quiero que todo pare. Es mi culpa por siempre terminar así, no?- le reprochó la voz en el teléfono.
Se le hizo un nudo en el estómago. -No... no podés esperar con Kevin hasta que...?-
-No me responde, creo que se enojó conmigo.- dijo con un sollozo. -Por favor Yanny, no me dejes solo ahora vos también.-
-Ey ey, está bien, la clase de mañana no es tan importante.- intentó calmarlo mientras se incorporaba en la cama. -Ahora me cambio y arranco para allá.-
-Dale...- escuchó que se relajaba un poco. -No sé qué haría sin vos.-
El muchacho sonrió. -No te tenés que preocupar por eso.-
